Carta de despedida de N.H.D. Manuel Márquez Gónzalez como Hermano Mayor

Estimados hermanos y hermanas:

Quisiera, a través de estas líneas, despedirme de vosotros y al tiempo mostraros mi más sincero agradecimiento. Como ya sabéis, el pasado 28 de mayo concurrí a las elecciones municipales y tras haber sido electo miembro de la nueva corporación municipal y tal como indica la Normativa Diocesana actualmente en vigor, he cesado como Hermano Mayor de esta Hermandad Sacramental y Dominicana al ser incompatible dicha responsabilidad con la de ostentar cargo público en la Administración.

Como os decía al principio, me despido con un enorme sentimiento de gratitud no solo al equipo que me ha acompañado a lo largo de estos casi dos años, si no a todos vosotros y vosotras pues de sobra sé que habéis sabido reconocer y valorar sobradamente el trabajo que he desempeñado la Junta de Gobierno que hasta el día de ayer he presidido, como así nos lo habéis hecho saber en multitud de ocasiones tanto de palabra como por escrito.

Desde que fui elegido Hermano Mayor de la Sagrada Cena en el Cabildo celebrado el 25 de junio de 2021 me propuse unir y cohesionar tanto física como espiritualmente a todos sus hermanos, incluidos aquellos que por una u otra circunstancia se encontraban alejados desde hace más o menos tiempo y creo que –a la vista está- lo estamos consiguiendo poco a poco. Junto a los miembros de la Junta de Gobierno que me han acompañado hemos trabajado de manera incansable –os consta- en poner a la corporación en el lugar en el que siempre hemos creído que debía de estar, ya que al importante aumento en la participación en todos los actos que celebramos a lo largo del año, se ha unido, de manera muy especial, el acondicionamiento de la Casa Hermandad, que fue inaugurada y bendecida hace poco más de un año para uso y disfrute de todos y todas. A ello se ha unido el poder, al fin, encarar la última fase del dorado del paso de misterio, la adquisición de las andas procesionales en las que el Señor del Milagro presidirá el altar que instalamos en una jornada tan importante para nosotros como la solemnidad del Corpus Christi o la renovación, por fases, de los diferentes elementos que conforman el cortejo procesional que la cofradía pone en la calle cada Domingo de Ramos y del cual, muy pronto, veremos concluido uno de nuestros grandes anhelos: el guión corporativo que se va a presentar en próximas fechas. Todo ello me hace sentirme tremendamente satisfecho, por ello además de daros las gracias os quiero pedir que continuéis apoyando a esta Junta de Gobierno de la cual tan orgulloso me he sentido de pertenecer.

En próximas semanas será elegido un nuevo Hermano Mayor el cual, desde el momento en el que tome posesión de su cargo, estoy seguro que –al igual que el resto de miembros de este equipo humano que actualmente gobierna la Hermandad- pondrá todo su empeño en continuar la misma línea de trabajo y de unidad que se ha estado siguiendo hasta ahora.

Os pido que le apoyéis de la misma manera que lo habéis hecho conmigo, razón por la cual no quisiera terminar expresándole mi más sincera confianza y que en mí siempre tendrá la mayor de las ayudas, pues aún dejando de ostentar la vara dorada, seguiré participando activamente en todo aquel acto que la Hermandad convoque y colaborando, desde otro campo, pues quién asume el compromiso de servir a la ciudad a la que ama, y a su pueblo, servirá igualmente a las Hermandades y Cofradías que tanto bien hacen a la sociedad. 

Me despido, solicitando la bendición de Nuestro Padre Jesús del Milagro en la Sagrada Cena y deseando que nuestra Bendita Madre la Reina de Todos los Santos os brinde su abrazo siempre cálido y maternal.

Ha sido un auténtico honor.

Manuel Márquez González


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